¿Qué decisiones estás tomando?. Y sobre todo: ¿qué decisiones no estás tomando y ¿qué otras decisiones deberías tomar?.
A veces las decisiones más difíciles, e incluso menos populares, son las que postergamos o las que no tomamos.
En el fondo e incluso en la superficie, sabemos muy bien qué es lo que debemos hacer. Pero en vez d e hacerlo: nos sumergimos en una parálisis por análisis, que nos hace perder “momentum”, o lo dilatamos y perdemos oportunidades para nosotros y para otros.
Se dice que el 90% de la gente cae en procrastinación, ya sea de acción o decisión. Para tomar decisiones, en especial las más difíciles, debemos encarar nuestros miedos. Acá nueve miedos que debemos sacudir con fuerza.
- Miedo al fracaso.
- Miedo al rechazo.
- Miedo a la vulnerabilidad.
- Miedo a perder poder.
- Miedo al cambio.
- Miedo al éxito.
- Miedo al qué dirán.
- Miedo a no tener el control.
- Miedo a perder perspectiva
¿Cuáles de estos temores te están impidiendo tomar decisiones?.
A muchos nos cuesta admitirlos, porque nos hacen sentir débiles. Pero es clave ponerles nombre, reconocerlos, para restarles fuerza. Para desactivarlos. Porque ignorarlos no es opción.
Ya bien lo dijo John Wayne:
“Valentía es estar muerto de miedo y aun así subirse al caballo”.
A los miedos hay que zarandearlos con fuerza, con convicción.