A la hora de influenciar todo cuenta: suma, resta, divide o multiplica.
Lo que decimos, la forma en que lo decimos, el tono de voz que usamos, el tipo de gestos que utilizamos y la cara que ponemos.
La coherencia entre lo que expresamos y el modo en que lo hacemos es un factor crítico.
En el ejercicio de la persuasión, hay que escoger muy bien nuestras palabras y frases.
Porque el peor momento para pensar en lo que estamos diciendo es el momento en que lo decimos.
Clarifica primero tu intención.