Siempre ha sido así y lo seguirá siendo…
La pregunta es una herramienta poderosa.
Las preguntas despiertan, persuaden y comprometen. Pero no se trata de preguntar por preguntar. Sino de hacer preguntas potentes que abran posibilidades, oportunidades e ideas.
Preguntas que permitan a otros encontrar su propia respuesta. Porque cuando es uno quien encuentra la respuesta, se compromete más con ella.
Es preguntar para dirigir, para liderar, para influenciar.
Por lo tanto, el tono y la actitud con que hagamos nuestras preguntas y nuestra intención al plantearlas también forman parte de la pregunta.
Úsala bien. Úsala cada vez mejor.